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viernes, 2 de julio de 2010

Falsas y Más Falsas Apariencias.

A menudo se dice que segundas partes fueron buenas, y es bien cierto en muchas ocasiones... por ejemplo: La segunda parte de El Exorcista, las secuelas de Tiburón, las de Rambo y Rocky, etc.. Aunque hay otras como El Padrino II que son magníficas.


Pero no es el caso de Más Falsas Apariencias, secuela de Falsas Apariencias. Una vez se demuestra que cambiando el guionista puedes matar una película, secuela o de lo que se trate.



Más Falsas Apariencias


Falsas Apariencias trata de un dentista llamado familiarmente Oz que sufre la desagradable sorpresa de que su nuevo vecino no es otro que el Tulipan Tudeski, un famoso asesino que ha colaborado con la policía contra sus jefes mafiosos.


Para nada es una historia novedosa ni sorprendente pero contaba con un guión interesante, y unos actores con una gran intuición a la hora de elaborar de sus personajes, no obstante Matthew Perry hace un personaje idéntico a su Chandler de Friends. Y tanto Kevin Pollack como Bruce Willis son actores muy baqueteados como para ser importunados por unos personajes tan sencillos, sin apenas matices.


Pero así como en Falsas Apariencias funcionan, en Más Falsas Apariencias todo parece forzado y ridículo, hecha con prisas y con ganas de aprovechar el tirón de la primera.



Falsas Apariencias


Mientras la primera es fresca por su sencillez y pocos recursos, la segunda intenta alargar su estela basándose en más acción y unas dosis humorísticas más mediocres y menos irónicas.


En la original todo fluye más suave, como más dulce y en la secuela todo parece más impostado y agregado.


Resumiendo, mientras la primera es una buena opción para un domingo por la tarde, la segunda no es más que una solución contra el insomnio...


2 comentarios:

Ana dijo...

Genial la primera entrada!!! No he visto la peli, pero dan ganas de verla....un domingo por la tarde? jejeje!

Raico dijo...

Esa es la actitud!!!